Puede parecer macabro, pero me alegro. Hace dos días a eso de las ocho y media de la tarde, en Udine, Eluana dijo adiós.
Se ponía fin así a una tortura que había comenzado diecisiete años antes tras un accidente de coche en la que la joven Eluana, entonces de veinte años, quedó sumida en coma irreversible.
Su fallecimiento no es más que un mero trámite que constata la muerte en vida que venía sufriendo ella y todo su entorno desde el momento del accidente.
La vida de Eluana no puede concebirse como tal. Vivir supone sentir. Estar atada a una cama y a un equipo que te alimente las 24 horas del día no es vida; y por tanto, a pesar de lecciones de moralidad que nos quiere dar el divorciado y mujeriego Berlusconi, su muerte no puede considerarse asesinato; pues es imposible matar a un muerto.
El liberalismo a ultranza defendido por Berlusconi en un ámbito económico buscando la mínima intervención del Estado a favor de la empresa privada choca de lleno con el estatalismo propuesto por este en un campo moral.
Berlusconi trató de impedir la desconexión de Eluana por Decreto. El presidente de la República (que gracias a Dios debe tener dos dedos de frente) se negó a firmarlo al considerar que el decreto en cuestión se saltaba a la torera los principios constitucionales.
El jefe de gobierno italiano; que es un lince, dedujo de esto que lo que había que hacer entonces era modificar la Carta Magna aprobada en 1948 (bajo tintes filo soviéticos en su opinión).
Y en ello se hubiera puesto si no hubiera sido porque el proceso de la muerte de Eluana se adelantó. Así, mientras en un principio se consideraba que el periodo de tiempo que transcurriría desde la desconexión hasta el fallecimiento sería de tres semanas, quedó reducido a unos pocos días.
Con la llegada a España de Bertone (secretario de Estado del Vaticano), el ejecutivo aplazó legislar sobre la eutanasia para buscar las simpatías de este y dar de forma indirecta un tirón de orejas a Rouco. Sin embargo, para evitar sucesos como el italiano (que supondrían agravar la imagen de país de pandereta que tiene este territorio) parece evidente que elaborar el desarrollo legislativo referente a este punto no puede tener más dilación.
También desde el Vaticano llegaron las críticas por la desconexión. Sin embargo; desde la basílica de San Pedro todavía no ha tenido lugar la condena a los más de 900 asesinatos reales (es decir, de seres vivos y no de vegetales) que han tenido lugar desde diciembre en el Congo en nombre de Dios.
ZOMBIELAND (2009)
Hace 15 años
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