El tiempo sigue corriendo en el marcador lenta e inexorablemente mientras un rumor recorre el campo. No había demasiados seguidores en aquel estadio; es cierto. No eran muchos pero animaban a cualquiera. Fieles a unos colores que seguían con regularidad. El equipo siempre se lo agradecerá. Siempre.
El partido es lo de menos. Aburrido y bronco, supongo; como todos los partidos que se juegan en campo pequeño, lejos de focos, televisiones y contratos multimillonarios. Pero mi atención no la centra el juego. No puedo dejar de mirar a la banda.
Allí está. Pegado a la cal, con los tacos de sus botas clavados junto a la línea blanca que señala el límite entre estar fuera y dentro. Las medias, negras y estiradas, cubren unos gemelos perfilados. El pantalón del mismo color y la camiseta azul. Un azul intenso que recuerda al mar y al cielo.
En el extremo de su brazo, estirado –formando un ángulo recto perfecto con la espalda- su mano se aferra a un banderín a cuadros. El viento del noroeste típico de aquella región lo hace ondear con violencia. El cierzo ruge fuerte.
El linier está inmóvil. No ha cambiado ni un milímetro su postura durante un buen tiempo. Lleva un año señalando posición antirreglamentaria. Un año señalando el fuera de juego.
Un año en Off-Side.
ZOMBIELAND (2009)
Hace 15 años
1 comentario:
Jejejej, enhorabuena, tío. Habrá que celebrarlo (yo lo haré en Marzo...)
Y mola esta entrada
A seguir, a seguir... Y QUE CUUUMPLAS MUUCHOS MAAAAAAAS
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